Pequeños, el curso se acabó, pero esto no es una despedida. Tengo mucho que agradeceros, porque no sois vosotros los únicos que habéis aprendido cosas. Gracias por enseñarme el poder de las sonrisas, gracias a las vuestras habéis convertido cada día del curso en momentos llenos de alegría, ilusión, diversión y sobre todo en experiencias inolvidables. También tengo que agradecer a cada una de las familias la confianza depositada, pues sin vuestro esfuerzo nada habría sido posible. Gracias además por el cariño y la dedicación.
Me siento muy afortunada de haber vivido un año tan especial, pero vosotros también tenéis que sentiros afortunados de tener a vuestros pequeños, son unos tesoros que valen oro, pero eso ya lo sabéis.
Ratones, espero que paséis un verano genial. Recordad que debéis disfrutar mucho para volver al cole en septiembre y seguir vuestra aventura de aprender. Gracias por formar parte de la mía.
Os quiero mucho, hasta la luna y vuelta.